Mira, llégame

Mira, abrázame,
que tus brazos se hicieron para estrecharme,
y es el lugar donde mejor quepo.

Mira, mírame,
que tus ojos existen para mi cuerpo,
para que se prenda en mil fuegos
y se apague con su propia humedad.

Mira, susúrrame,
que desde que salí del vientre de mi madre
me ha llegado de lejos una canción
que se hace cierta en tus labios.

Mira, huéleme,
que de mis poros sé que algo brota,
sé que algo reclama tu olfato.

Mira, llégame,
sin pasar de largo,
sin apariencia de héroe.

Que he puesto el café,
y mi casa ya huele a él,
que he arreglado las sábanas,
he desempolvado los marcos de mis ventanas,
sembrado plantas,
he traído, una a una,
las ramitas para hacerte nido.
Foto de Mauricio Oliveira encontrada en Pexels

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