A veces me encuentro (siguiendo una publicación que compartió alguien basado en otra publicación de alguien que dice haberlo leído en la publicación de alguien más) con mujeres extraordinarias, mujeres inteligentes, elegantes, sensibles, mujeres compasivas, que son motores de transformación social, mujeres pobremente reconocidas detrás del ingenio de un hombre también extraordinario (que quizás alcanzó su extraordinaria condición gracias al soporte e ideas de una mujer), mujeres prodigio como Nika Turbina, mujeres contemporáneas que también se ven, desde mis ojos, muy bien. Abro otra pestaña en mi buscador, enseguida Wikipedia hace un resumen: nacida en fecha y lugar, estatura, educación, estado civil, matrimonios, divorcios, hijos, carrera, premios…
El 7 de enero de 2022 a las 10:46 pm encontré a Jessica Chastain, su rostro lo conocía de algo que vi promocionado en Netflix, “Escenas de un Matrimonio”. Alguien me dijo que le encantaba su actuación, todo quedó allí. Luego la encontré leyendo un fragmento tomado de algún libro de Joan Didion. Después que leí un libro de Didion todo me llevaba a ella, o quizás porque el tema aún estaba revuelto después de pocos días de su muerte.
Miré por encima algunos detalles de su vida, muy por encima, casi sin mirar. ¿Qué edad tiene esta mujer? ¿Tiene hijos? De un tiempo para acá siempre me pregunto si alguien tiene hijos. Encontré que nació en 1977, es diez años mayor que yo. Usa aretes verdes y tiene el pelo rojizo. Y es diez años mayor que yo. Tiene dos hijos, el primero lo tuvo a los 41, el segundo a los 43. Respiro aliviada. Siempre respiro aliviada como si el itinerario de otros confirmara que mi itinerario no está tan mal. Esta manía de comparación es un gen mutante que nuestra sociedad carga como pandemia causada por un retrovirus que se inserta en el genoma humano, codificado en algún cromosoma, homocigoto dominante con ambos alelos expresándose.
Anoche, veintisiete de marzo del año veinte veintidós, Jessica recibió de mano de la Academia su primera estatuilla dorada por su interpretación magistral de Tammy Faye. Sus palabras al aceptar el reconocimiento fueron de amor, respeto y tolerancia. Anoche también Will Smith abofeteó a un humorista que hizo un mal chiste sobre la apariencia de su esposa, el primer hombre sordo en la historia se llevó un premio de actuación, y fueron recordados en un coro angelical muchas figuras del cine que han partido en el último año. Sin embargo, todos hablan de Smith.
Jessica “Marvelous” Chastain gana un Oscar, es entrevistada unos minutos antes de entrar al salón de premiaciones y envía mensaje de tolerancia e inclusión, de una forma que me dan deseos de caerle a besos, con su vestido de ninfa. Pero todos hablan de la bofetada de Smith y estúpidas posibles conspiraciones.
